VOINEWS.ID (Yakarta) - El presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Indonesia (KADIN por sus siglas en indonesio), Arsjad Rasjid, se muestra optimista de que la modernización y el fortalecimiento del mercado interno serán la clave para enfrentar la tormenta económica en 2023.
Esto se debe a que se pronostica que el próximo año será difícil debido a la turbulencia económica y una situación global desafiante. De hecho, el Fondo Monetario Internacional (FMI) predice que el crecimiento económico mundial se ralentizará del 2,9% al 2,7%.
No sólo eso, actualmente todavía hay muchos países con alta inflación. Sin embargo, es optimista de que Indonesia podrá superar estos obstáculos porque tiene el potencial para que las industrias transformadoras impulsen la economía.
Por lo tanto, Arsjad Rasjid cree que es necesario fomentar el desarrollo en varios sectores de productos básicos, especialmente la agricultura, las plantaciones, la silvicultura y la pesca. Arsjad Rasjid evalúa que estos sectores tienen una gran contribución a la economía, sin maximizar la porción de exportación.
Arsjad Rasjid, citado por Antara, el jueves (29/12) dijo que la KADIN espera que el gobierno y los actores comerciales puedan colaborar para crear valor agregado para los recursos naturales a fin de aumentar el valor de venta y la competitividad de los productos básicos de exportación nacionales superiores.
Según Arsjad, 2023 podría ser un año transformador si los actores comerciales pueden identificar oportunidades de mercado consistentes. También puso como ejemplo que esta oportunidad se puede ver en el sector de las energías renovables y los vehículos eléctricos.
Dijo que Indonesia fue bendecida con varios minerales y potencial de energía renovable. Por lo tanto, Indonesia debe llevar a cabo la política de aguas abajo para que haya valor agregado y estimule el crecimiento económico.
Además del potencial de la política de downstreaming, Indonesia también debe maximizar su participación en el mercado interno para desarrollar el desempeño industrial. Además, la amenaza de una recesión mundial sigue siendo el riesgo más difícil al que deben enfrentarse los empresarios.
La demanda global reducida, especialmente para las industrias orientadas a la exportación, también tiene un impacto en el desempeño de la empresa, que correrá el riesgo de reducir las cargas operativas, una de las cuales es el despido de trabajadores. (Brg)